4/12/2009

Los comienzos



De aquellos primeros años tengo especial recuerdo de unos apuntes que aún guardo de un pequeño calamón.

Lo encontré un día de finales de primavera, de un calor de justicia, a la sombra de unas tablas que había junto a una de las aljibes de la casa, en Las Nuevas. Ocultándose ante la mirada de milanos, cuervos, zorros….
En aquellas fechas la Marisma se secaba rápidamente y el pequeño calamón, en su huida nocturna desde algún lucio o caño hacia el Brazo de la Torre, fue sorprendido por el día, sin llevar a cabo su cometido.
Apenas puso resistencia, agotado, temeroso…, lo cogí con mis manos y le tomé algunos bocetos. Después lo lleve al Brazo donde se perdió rápidamente entre los carrizos.
Tiempo después pude imaginar su primer trago de agua fresca después de su gran aventura, su gran viaje.
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